En el ejercicio de cualquier profesión en la que exista una relación directa física entre individuos se crea, por definición, cierto vínculo humano. En aquellas en las que dicha relación suponga la exposición de la intimidad personal -física y/o psicológica- de una de las partes, como es el caso de las relaciones en el ámbito de la salud y todo lo relacionado con esta, el trato entre profesional y paciente debe estar bien definido. Sin embargo, en ocasiones, en el desarrollo del ejercicio de la profesión, la relación expresada no se produce de manera natural. 

  Los profesionales que ejercen la fisioterapia se encuentran sometidos a situaciones que encierran ilícitos tales como el acoso, el hostigamiento, la intimidación o las amenazas por parte de sus pacientes, cada vez más numerosos y ponen en peligro el ejercicio seguro de la profesión, pudiendo llegar a crear malestar y bloqueo emocional, además de sensación de indefensión y culpabilidad cuando se encuentra ante estas situaciones. 

  Por ello se hace necesario que el profesional aprenda a prevenir, identificar y gestionar situaciones de acoso, intimidación y amenazas en el ejercicio de su profesión.